martes, 3 de agosto de 2010

once

¿Sabes, Roberto? El otro día cuando salía del trabajo y volvía en tren me acordé de ti. No sé muy bien por qué. Fue así, de repente. Y, joder, me cago en la puta... siempre que me acuerdo de ti pienso en follarte. Y así me vine los 45 minutos del trayecto a casa... notando como cada vez estaba más mojada. Pensando en cómo me metería tu polla en ese momento. Te imaginaba encima de mí, quieto, con los ojos cerrados y la boca entre abierta. Y yo sin parar de moverme... metiéndola y sacándola sin cansarme. Y tú cada vez más quieto, esperando el éxtasis total. Pero antes de llegar a ese punto, recordé tus manos quitándome la ropa interior (sí, justo esa que me regalaste para que me la pusiera sólo contigo) y cómo hacías que me corriese una y otra vez. Sólo tú sabes matarme a polvos, de verdad. Y nadie te la come como lo hago yo, ambos lo sabemos.

Joder Roberto... no la cagues ahora. No te encoñes conmigo. Ella cada vez sospecha más. Y yo, ahora mismo, no quiero prescindir de estos polvos. Ni de ti.

0 comentarios:

  © Blogger template 'Minimalist G' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP